No volveremos a Terra Mítica
Si hay algo que comprendimos el pasado día 20 de junio fue precisamente el motivo por el cual el gran parque Terra Mítica no levanta cabeza en lo que económicamente se refiere y de seguir con esa política, vaticino que el futuro que le espera no es muy halagüeño. Para empezar, nos presentamos con 183 alumnos y alumnas de ESO y Bachiller del IES Nou Derramador de Ibi, con un sol de justicia impenitente y tras entregar en taquilla el dinero en efectivo, ya que no aceptaron un ingreso bancario, y contarlo por tres profesores distintos hasta cuatro veces, dio la casualidad que en todas faltaba una, la señora de la taquilla no fiándose de nuestra palabra, repito que eran 183 niños esperando, empezó a contarlos una a una. ¡Qué casualidad, a ella también le faltaba una! Con los niños esperando en aquel tostadero, no tuvo ni tan siquiera el detalle de agilizarlo dándonos la entrada que le pedíamos y que realmente faltaba, además en caso de error nuestro, que no lo era, con la cantidad de niños que llevábamos una entrada de más tampoco hubiese supuesto la quiebra del parque. Pero la cosa no termina aquí, llevábamos un alumno discapacitado motórico que precisaba de una silla de ruedas. Nuestra mayor sorpresa fue cuando se nos cobró 6 euros por el alquiler de una silla, a una persona discapacitada. Una silla además subvencionada por la Generalitat Valenciana. Sin dudarlo se lo comentamos al encargado el cual nos contestó que no éramos los primeros que nos quejábamos de tan infame atrocidad. Sinceramente, después de tan lamentable experiencia, decir que en lo personal no quiero volver a vivir semejante desvergüenza por parte de esta empresa, con lo que por mi parte, como responsable de organizar esta actividad, nuestro instituto ya sabe dónde no tiene que volver el curso que viene. Enric Tortosa Estellés
Si hay algo que comprendimos el pasado día 20 de junio fue precisamente el motivo por el cual el gran parque Terra Mítica no levanta cabeza en lo que económicamente se refiere y de seguir con esa política, vaticino que el futuro que le espera no es muy halagüeño. Para empezar, nos presentamos con 183 alumnos y alumnas de ESO y Bachiller del IES Nou Derramador de Ibi, con un sol de justicia impenitente y tras entregar en taquilla el dinero en efectivo, ya que no aceptaron un ingreso bancario, y contarlo por tres profesores distintos hasta cuatro veces, dio la casualidad que en todas faltaba una, la señora de la taquilla no fiándose de nuestra palabra, repito que eran 183 niños esperando, empezó a contarlos una a una. ¡Qué casualidad, a ella también le faltaba una! Con los niños esperando en aquel tostadero, no tuvo ni tan siquiera el detalle de agilizarlo dándonos la entrada que le pedíamos y que realmente faltaba, además en caso de error nuestro, que no lo era, con la cantidad de niños que llevábamos una entrada de más tampoco hubiese supuesto la quiebra del parque. Pero la cosa no termina aquí, llevábamos un alumno discapacitado motórico que precisaba de una silla de ruedas. Nuestra mayor sorpresa fue cuando se nos cobró 6 euros por el alquiler de una silla, a una persona discapacitada. Una silla además subvencionada por la Generalitat Valenciana. Sin dudarlo se lo comentamos al encargado el cual nos contestó que no éramos los primeros que nos quejábamos de tan infame atrocidad. Sinceramente, después de tan lamentable experiencia, decir que en lo personal no quiero volver a vivir semejante desvergüenza por parte de esta empresa, con lo que por mi parte, como responsable de organizar esta actividad, nuestro instituto ya sabe dónde no tiene que volver el curso que viene. Enric Tortosa Estellés
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