jueves, 3 de julio de 2008

Nuestra generacion

Todos aquellos que nacimos en los 80 (unos años arriba, unos años abajo), la de los que vemos que el piso que compraron nuestros padres ahora vale 20 o 30 veces mas, la de los que estaremos pagando nuestra vivienda hasta los 50 años. Nosotros no estuvimos en la guerra civil, ni en el mayo del 68, ni corrimos delante de los grises, no votamos la constitución, y nuestra memoria histórica comienza con las olimpiadas del 92.
Aunque no nacimos en una dictadura, siempre hemos tenido una conciencia democrática y la serie Cuéntame nos parece una mierda que hace apología del franquismo. Por no vivir activamente la transición se nos dice que no tenemos ideales, y sabemos de política mas que nuestros padres y de lo que nunca sabrán nuestros hermanos pequeños y los de la siguiente generación.
Somos la última generación que hemos aprendido a jugar en la calle a las chapas, a la peonza, a las canicas, la comba, la goma o al rescate y, a la vez, somos la primera que hemos jugado a videojuegos (en 2D) cuando no existían los CDS, y los juegos eran cartuchos de plástico. Si queríamos escuchar música, de algún grupo o cantante (que no salía en ningún programa de TV como operación triunfo, por que no existía) teníamos que recurrir a la radio, o ir a la tienda a comprarnos un ‘‘casete’’ con los ahorros que teníamos (en pesetas). Íbamos al cine a ver películas de dibujos animados (no de animación) con nuestra moneda de 500 pts y en pantallas que no eran la mitad de lo que son ahora.
Fuimos los primeros en descubrir los parques de atracciones, los Reyes Magos no siempre nos traían lo que pedíamos, pero oíamos y lo seguimos oyendo, que lo hemos tenido todo, a pesar de que los que vinieron después si lo tienen realmente y no se les dice nada. Se nos ha etiquetado de generación X. Lloramos con la muerte de Chanquete, con la puta madre de Marco. Somos una generación que hemos visto a Maradona hacer campaña contra la droga, que nos reímos de un anuncio que decía que si el Madrid era otra vez campeón de Europa, que durante un tiempo tuvimos al baloncesto como principal deporte.
Hemos vestido vaqueros de campana, de pitillo, de pata de elefante y con la costura torcida; nuestro primer chándal era azul marino con franjas blancas y nuestras primeras zapatillas de marca las tuvimos pasados los 10 años. Entramos al colegio cuando el 1 de noviembre era el día de Todos los Santos y no Halloween, cuando todavía se podía repetir curso, los últimos en hacer bup y cou, los pioneros de la E.S.O. Hemos sido las cobayas en el programa educativo. Nosotros hemos aprendido lo que era el terrorismo, vimos caer el muro de Berlín y a Boris Yelsin borracho tocarle el culo a una secretaria; los de nuestra generación fueron a la guerra(Bosnia, Afganistán, Irak etc.) cosa que nuestros padres no hicieron, nos enteramos de golpe un 11 de septiembre. Fuimos a una manifestación contra la guerra.
Vimos los primeros móviles, que casi nadie tenia, que eran grandes y en blanco y negro y solo podíamos llamar, mandar mensajes y jugar a el gusanito, creímos que internet era un mundo libre, descubrimos un programa que se llamaba Napster y con el que decían que te podías descargar canciones.
Nos emocionamos con superman, ET o En busca del Arca Perdida. Comíamos Phosquitos y los Tigretones eran lo mejor, aunque aquello que empezaba (algo llamado Bollycao) no estaba del todo mal. Somos la generación del “El coche fantástico”, “Oliver y Benjí..SON GOKU..
Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos en la España de antes: Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad traseros, sin sillita especiales y sin air-bags, hacíamos viajes de más de 3h sin descanso con cinco personas en el coche y no sufríamos el síndrome de la clase turista. No tuvimos puertas con protecciones, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños. Andábamos en bicicleta sin casco, ni protectores para rodillas ni codos. Los columpios eran de metal y con esquinas en pico. Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y solo volvíamos cuando se encendían las luces. No había móviles. Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los culpables. Nos abríamos la cabeza jugando a guerras de piedras y no pasaba nada, eran cosas de niños y se curaban con mercromina (roja) y unos puntos y al día siguiente todos contentos. Íbamos a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido en una mochila que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros y, mucho menos, ruedas!!! Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Si acaso alguno era gordo y punto.Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando. Compartimos botellas de refrescos y nadie se contagio de nada. Y ligábamos con las niñ@s jugando a beso, verdad y atrevimiento o al conejo de la suerte , no en un chat . Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las consecuencias.No había nadie para resolver eso. La idea de un padre protegiéndonos, si trasgredíamos alguna ley, era inadmisible, si acaso nos soltaban un guantazo o un zapatillazo y te callabas. Tuvimos libertad, fracaso, respeto, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello.

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